Por fin llegó el día tan esperado por mi grupo y por mí, el día de nuestra exposición. La verdad es que estábamos deseando que llegase el día 18, porque de esta forma ya podríamos decir que habíamos terminado el trabajo que tanto esfuerzo nos ha llevado.
Estábamos muy nerviosas, porque queríamos que todo saliese como lo habíamos planeado. A mí en particular me preocupaba que se me olvidara algo de lo que quería decir, pues la verdad que tenía tantas cosas interesantes que contar que no quería que se me olvidase nada. Pero entre todas nos supimos tranquilizar y sacar a delante nuestra exposición lo mejor que pudimos.
Creo que gustó mucho, pues la mayoría de nuestros compañeros nos dieron la enhorabuena. Pienso que la forma en la que planteamos nuestra exposición, fue bastante novedosa, porque quisimos imitar un poco la dinámica de los seminarios de intervención: Maro era la profesora, que en un primer momento introdujo el tema, y luego nos daba paso a los diferentes ponentes, que en nuestro caso éramos tres (Lucía, Francisca y yo). Cada una teníamos que interpretar el papel de los profesionales a los que habíamos entrevistado: Lucía era el Padre Jesús (cura de la cárcel), Francisca era Virtudes (trabajadora de la asociación Pro-derechos humanos, y yo era Teresa (educadora social del CIS).
Pienso que todas interpretamos muy bien nuestro papel e informamos a nuestros compañeros de todos los datos que los profesionales nos habían dado.
En definitiva decir que, hemos salido muy contentas de la exposición porque nos ha salido, incluso, mejor de lo esperado.
En cuanto al trabajo en sí, la verdad es que no sé qué decir, porque me ha gustado tanto la temática que hemos elegido (quizás sea por la cercanía que tengo con ella) que no me ha supuesto ningún problema tener que quedar todos los lunes y martes, además es que no me he aburrido en ningún momento, pues cada día descubríamos algo nuevo, y creo que lo que más ha enriquecido nuestro trabajo ha sido las tres entrevista que hemos realizado, pues las tres son desde puntos de vistas distintos, y las tres nos han contado la realidad tal y como es.
Sinceramente, ha sido el trabajo que más me ha aportado de todos los que he hecho, y puedo decir que mi sueño hoy por hoy es poder trabajar en prisión algún día.
Y a mi grupo lo único que se me ocurre decirle es: GRACIAS; gracias a todas mis compañeras por ser como son, porque son únicas jejeje. Creo que con el simple hecho de que hubiese faltado una de ellas, nada hubiese sido igual, ni el resultado, por supuesto, hubiese sido el mismo. Además les quiero dar la enhorabuena por el trabajo y el esfuerzo que han realizado para que todo saliese bien.
Estábamos muy nerviosas, porque queríamos que todo saliese como lo habíamos planeado. A mí en particular me preocupaba que se me olvidara algo de lo que quería decir, pues la verdad que tenía tantas cosas interesantes que contar que no quería que se me olvidase nada. Pero entre todas nos supimos tranquilizar y sacar a delante nuestra exposición lo mejor que pudimos.
Creo que gustó mucho, pues la mayoría de nuestros compañeros nos dieron la enhorabuena. Pienso que la forma en la que planteamos nuestra exposición, fue bastante novedosa, porque quisimos imitar un poco la dinámica de los seminarios de intervención: Maro era la profesora, que en un primer momento introdujo el tema, y luego nos daba paso a los diferentes ponentes, que en nuestro caso éramos tres (Lucía, Francisca y yo). Cada una teníamos que interpretar el papel de los profesionales a los que habíamos entrevistado: Lucía era el Padre Jesús (cura de la cárcel), Francisca era Virtudes (trabajadora de la asociación Pro-derechos humanos, y yo era Teresa (educadora social del CIS).
Pienso que todas interpretamos muy bien nuestro papel e informamos a nuestros compañeros de todos los datos que los profesionales nos habían dado.
En definitiva decir que, hemos salido muy contentas de la exposición porque nos ha salido, incluso, mejor de lo esperado.
En cuanto al trabajo en sí, la verdad es que no sé qué decir, porque me ha gustado tanto la temática que hemos elegido (quizás sea por la cercanía que tengo con ella) que no me ha supuesto ningún problema tener que quedar todos los lunes y martes, además es que no me he aburrido en ningún momento, pues cada día descubríamos algo nuevo, y creo que lo que más ha enriquecido nuestro trabajo ha sido las tres entrevista que hemos realizado, pues las tres son desde puntos de vistas distintos, y las tres nos han contado la realidad tal y como es.
Sinceramente, ha sido el trabajo que más me ha aportado de todos los que he hecho, y puedo decir que mi sueño hoy por hoy es poder trabajar en prisión algún día.
Y a mi grupo lo único que se me ocurre decirle es: GRACIAS; gracias a todas mis compañeras por ser como son, porque son únicas jejeje. Creo que con el simple hecho de que hubiese faltado una de ellas, nada hubiese sido igual, ni el resultado, por supuesto, hubiese sido el mismo. Además les quiero dar la enhorabuena por el trabajo y el esfuerzo que han realizado para que todo saliese bien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario