viernes, 17 de junio de 2011

"DROGADICCIÓN EN LOS CENTROS PENITENCIARIOS"

El día 25 de mayo mis compañeras Ana, Esther, Mar e Inma expusieron el tema de la droga en el entorno carcelario. Para mí ha sido la mejor exposición que se ha realizado hasta el momento (por supuesto, sin menospreciar las demás que también han sido bastante buenas), ya que, además que es el ámbito que más me gusta (por ello también lo trabajamos en mi grupo), desarrollaron la exposición de forma muy innovadora y amena, además la enriqueció mucho la presencia de dos profesionales del centro terapéutico de FADAIS (Paqui, la directora y Lucas, educador social) y la de tres personas que están rehabilitándose en dicho centro, de las cuales dos son expresidarios.
La verdad es que más que una exposición, pareció un seminario, o incluso mejor, porque tuvimos la oportunidad de conocer experiencias personales de personas que han tenido problemas de drogas y problemas con la justicia y no solo el testimonio de los profesionales.
Creo que después de haber escuchado las historias de las personas invitadas, muchos de nosotros se quitaran los estereotipos que la sociedad suelen poner a expresidiarios y drogadictos. Personalmente, yo no tenía muchos estereotipos hacia este colectivo, pues me toca muy de cerca el tema de la droga y la cárcel, incluso al escuchar hablar a uno de los invitados me tuve que salir de clase emocionada, porque son muchos los recuerdos que me trae a la mente las vidas de estas personas, en especial la de Rafael.
Para mí son personas extraordinarias, que ya tienen bastante con el problema que tienen encima, como para que la sociedad los rechace y excluya.
El tema de la droga en prisión cobra relativa importancia, puesto que más del 50% de la población reclusa tienen o han tenido problemas de drogadicción; muchos están allí porque han delinquido para poder consumir, otros por tráfico y otros que no consumían lo han empezado a hacer dentro de prisión, porque a pesar de toda la vigilancia y los controles que hay en la cárcel, la droga llega hasta los reclusos. La mayoría de las veces son los propios familiares los que le pasan a los presos la droga, también los amigos y según el testimonio de uno de los invitados hay algunos funcionarios que también pasan drogas dentro de la cárcel.
Esto trae consigo otras consecuencias, ya que con el tráfico de droga en la cárcel aumenta la violencia o los hechos delictivos dentro de ésta, por lo que aumentan las condenas de los presos.
Por lo visto, el tratamiento con drogodependientes en prisión ha mejorado muchísimo, pues se han creados módulos terapéuticos y educativos (UTE) específicos para este colectivo, donde acuden de forma voluntaria las personas que reconocen tener adicción a algún tipo de sustancia. Allí les dan la oportunidad a los presos de cambiar un tiempo inútil y aburrido, por un tiempo útil que los va a preparar para cuando salgan de prisión.
Muchos reclusos ven a estos módulos terapéuticos como una salida tanto de la droga como de la cárcel.
Y centrándonos ahora fuera de los centros penitenciarios, resaltar la intervención que está llevando a cabo la comunidad terapéutica de FADAIS.
FADAIS es un centro de atención a las drogodependencias y adicciones. Se a tiende tanto a hombres como a mujeres, desde jóvenes a adultos. El objetivo que persigue es la incorporación en la sociedad y la mejora de la calidad de vida de personas en situación o en riesgo de exclusión social, a través de actuaciones y servicios de apoyo que lleva a cabo junto con los agentes sociales, basándose en principios como la calidad de vida, igualdad, eficacia, trabajo en equipo, innovación, respecto…
Esta comunidad tiene un convenio con el centro penitenciario “La Rivera” de Huelva, desde ahí llegan derivados a FADAIS reclusos para que terminen allí su condena mientras se rehabilitan de su adicción.
Al escuchar los testimonios de las tres personas que se están rehabilitando en FADAIS, se puede observar que es magnífico el trabajo que realizan los profesionales con estas personas.
Me ha alegrado mucho ver la importancia que cobra el educador social en esta comunidad, la directora define la figura del educador social como la columna vertebral de todas las dinámicas del centro, los internos suelen acudir a ellos para cualquier problema, por lo que tienen que estar continuamente coordinándose con los demás profesionales del centro.
En definitiva, me ha parecido extraordinaria la aportación de mis compañeras, de los profesionales y de los tres invitados que están rehabilitándose en FADAIS.
Cada día estoy más convencida de que quiero dedicarme a este ámbito, me apasiona y creo que me aportaría mucho tanto profesional como personalmente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario